Restaurante E´lan en vinícola Santa Elena

Me emociona mucho salir. Más cuando pasan por mí, subir al coche, sentarme en el asiento del copiloto, hablar y poder observar todo alrededor. Relajarme. Nos dirigimos a Vinícola Santa Elena. El día estaba soleado y fresco. Al llegar vi un gran perro cerca de una mesa, pensé que era de las personas que la ocupaban, pero luego me di cuenta de que vivía en el viñedo y eso me pareció un detalle muy bonito. Nos sentamos a la mesa. Llegó nuestra otra amiga y empezó la diversión. Pensar que voy a comer muy rico y a beber buen vino es ya causa de felicidad para mí. Mi mente se anticipa a los sabores y las sensaciones. Para empezar a disfrutar pedimos una ensalada de betabel, cuyos ingredientes eran: pepino, pepitas de calabaza tostadas, arúgula, queso feta, vinagreta de cítricos y, por supuesto, el protagonista que era el betabel. Una ensalada deliciosa, fresca, suave, un poco ácida y hermosamente presentada. Luego, pedí una lasaña de berenjena: una verdadera delicia: cremosa, pero no excesivamente, crocante y blanda al mismo tiempo, perfectamente sazonada y cocinada, pero lo que me pareció definitivamente espectacular fue la mezcla de hongos, me fascina la consistencia de los hongos: carnosa, pero viva, suave, con un sabor profundo a tierra y a naturaleza, no sé, me es un poco difícil describirlo, porque la sensación de placer que me provocaba comerlos me llenaba todo el cuerpo. El postre fue una tarta de frutos rojos y helado de maple: deliciosa. En el menú hay demasiada carne, y mi opinión es que debería irse sustituyendo por alimentos naturales y vivos, o por lo menos que haya más opciones sin carne, creo que confundimos lujo con muerte y por supuesto que no es así. Los vinos fueron un Sophie cabernet franc y un Sophie Nebbiolo que no eran excesivamente buenos, pero maridaban muy bien con toda la comida. Me parece muy importante que se estén recuperando la tierra y la tradición vinícola de Aguascalientes y creo que es un proceso de maduración que se va a ir dando poco a poco… Me encantan estos días de planes con amigas. Comer rico, beber, reír, contemplar un paisaje natural, son motivos suficientes para alegrarse por vivir…