Las Castas
Las Castas. Un lugar saltapatrás.
- Me emociona mucho salir a comer a restaurantes.
- A mí también.
-Me parece como ir al cine, a presenciar un acto de magia.
Arturo llegó puntual y nos condujo a Las Castas. Habíamos pospuesto el día del reencuentro con él. Así sucede a veces con los amigos.
“Mezclas y mezcales” reza la enseña de Las Castas, por eso Arturo, quien ya conocía el lugar, llegó pidiendo “Cuatrocientos conejos” que, habrá que decir, se le amontonaron en un platito azul que portaba limones amarillos espolvoreados con las picantes preparaciones de la casa.
Las Castas “Mezclas y mezcales”, precisa primero en la vajilla su nombre. Una mezcla de platos redondos, blancos, ribeteados, cerámica, azules o cuadrados; pozoleros de la intimidad. El barro de las buenas cenadurías, hondos trípodes para las sopas. Lo común conocido vuelto bueno, vuelto sorpresa.
La carta misma es mezcla. Sin pretender exhaustividad, la carta incluye tortas de cochinita, chiles rellenos, enchiladas, tacos dorados, pozole, sopas delicadas de flor de calabaza o chile mulato.
La entrada que nos ofreció la casa, llegó expedita. Nos sirvieron unas papitas que me transportaron al campo, a los guisados antaños propios de esos lugares, guisados que sorprenden por su “simpleza” y a la vez por poseer una profundidad vernácula. Picaban, pero el picor desaparecía mágicamente. Nos sirvieron también frutas: piña y jícama preparadas con limón y un chilito que parecía provenir de un caserío remoto.
Yo cené la sopa de chile poblano y diré que es una delicia de equilibrio. La de flor de calabaza, que fue la que yo pedí, no se queda atrás: es sutil, sedosa, acompañada con granos de elote que repentinamente salen al encuentro. La cenaduría se mezcla con el merendero y sin que ello cause disturbio; así también la cantina se mezcla con el restaurante familiar.
Como segundo platillo compartimos unas enchiladas cuya guarnición eran las papitas y nopales, típicos de Aguascalientes. Claro que no podía faltar un delicioso chile güero que combina tan extraordinariamente bien con este tipo de platillos. Las enchiladas estaban bien preparadas, sin grasa excesiva, con ese sabor de hogar, con esa calidez de lo ya conocido, pero que al mismo tiempo ofrece un guiño de novedad.
Además de los mezcales que son protagonistas del lugar, la cava, aunque pequeña está bien escogida, la conforman vinos chilenos jóvenes y fáciles de beber y acompañar, vinos españoles e italianos
Los domingos Las Castas ofrece música en vivo. Su ubicación es en El Quinto Barrio. Es un gran sitio, cuando vengan en abril pregunten por él. Está en la calle Madero, en el centro de la ciudad de Aguascalientes.
Thercy Arvizu y Ale Rodriguastro
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