El Midí

Permítame empezar esta vez diciendo que la buena comida es uno de los placeres que me reconcilia con la vida. Me gustaría mucho encontrar un lugar como este en Aguascalientes, en el que además de servir una buena comida, a precio razonable, el espacio es acogedor, cálido, sofisticado y al mismo tiempo simple. Me recibió el cálido sol que entraba por uno de los balcones. Ya sentada ahí pedí un salmón acompañado por papas a las finas hierbas y salsa de estragón, que además incluía un panecillo crujiente con jitomate horneado y queso feta. El salmón estaba perfectamente cocinado: suave, fresco y aromático, sus aromas provenían de hierbas y aceite, lo que le daba un sabor sutil, refinado. La salsita de estragón que lo acompañaba era para entrar a las inmediaciones de la locura que da el placer: cebolla, hierbas y cremosidad, sus rasgos más característicos. Las papitas firmes, en su punto. Y el panecillo blando y crujiente, humedecido con la fuerza que tiene un jitomate cocinado, el queso con carácter y un poco ácido convertían aquello en la combinación perfecta. La ensalada, olvidé incluso ponerla al principio por la emoción que me da recordar ese salmón, acompañada de piñones, almendras y panecillos con queso, también estaba buenísima. La vinagreta tenía una dulzura delicada que armonizaba con todos los demás ingredientes y destacaba el peculiar sabor de los piñones. Probé también el Boeuf Bourguignon con esa salsa espesa en la que se conjugan verduras, dentro de las que destaca el sabor del champiñón y vino tinto, lo que le da un hermoso color morado-fucsia, así como un aroma embriagador. El vino, un syrah chileno joven sabía a frutos rojos, a jamaica y su sabor final era amaderado. Maridaba muy bien con toda la comida. Así que ya sabe, si tiene una vuelta a Guanajuato no desaproveche la oportunidad de comer en el Midí que ha obtenido las 3 estrellas (y más) de Notas al margen. Casa 4, planta alta. Calle San José #4 Centro de Guanajuato